Roxana Flores, es una mujer emprendedora de la comunidad de la Carpio, quien desde hace 8 años ve realizada una de sus metas; su propio local de venta de comidas.

¿Cómo empezó todo?

La historia de doña Roxana empezó a raíz de una lesión que tuvo en su tobillo en su antiguo trabajo cuidando unos niños en una casa en Orotina. Cuando se lesionó no se le brindó la debida atención y eso la motivo a dejar el trabajo e iniciar con su propio proyecto.

Cuenta que no fue fácil, como todo negocio al inicio, pero las ganas de emprender eran más grandes que los obstáculos que se le presentaban. Empezó a vender atol en la calle y sopa en su casa, mientras sanaba su lesión. Al tiempo surgió la opción de ir a Cenada a vender empanadas, salía a las 2 de la mañana regresaba a las 10. Ahí aprovechaba para comprar verduras y venderlas en la comunidad con ayuda de sus hijas. Así fue como logró ahorrar 25 mil colones en las primeras dos semanas y con el tiempo ya tenía 150 mil para la construcción de un local en su propia casa.

Para poder abrir el local se tuvo que utilizar el monto que su esposo llevaba al hogar para la compra de los ingredientes para cocinar para su negocio. Hasta que un viernes ya todo estuvo listo y pudo abrir las puertas a los clientes. Los primeros platillos fueron empanadas, tacos, enchiladas y tuvo mucho éxito. Para el siguiente fin de semana se agregaron los choco bananos, gelatina, carne asada, sopa y así fue poco a poco ampliando su menú.

Con el tiempo tuvieron que movilizarse a otra área de la casa para poder hacer una cocina más grande.

Doña Roxana considera que le ha ido excelente en su negocio, que ha compartido con su amiga y colaboradora Doña Eira Corea, quien se siente feliz de trabajar con ella y que también le ha ayudado todos estos años.

Ambas mencionan que es estos tiempos de pandemia han sido un poco difíciles, además de que más personas buscan como emprender por lo que hay más competencia.

Pero jamás se pierde su buen sazón lo que hace que su clientela se mantenga y ella se los agradece enormemente.

Así que, si usted desea comerse un delicioso Nacatamal, unas buenas enchiladas o una rica carne asada, no dude en darse una vueltita por la cocina de Doña Roxana, una emprendedora y ejemplo a seguir en nuestra comunidad. Su local se encuentra en la tercer parada frente a la Iglesia Amor y Paz.