Después de ir a clases unos 60 niños de La Carpio, en Costa Rica, asisten a la nueva escuela de futbol que inauguró la fundación Sistema Integral de Formación Artística para Inclusión Social (Sifais) con el apoyo de cuatro equipos de futbol de primera división de ese país.
Tras realizar una inversión de 10,000 dólares y con la colaboración de empresas privadas y personas naturales, así como con el apoyo de los más importantes equipos de futbol (Deportivo Saprissa, Club Sport Cartaginés, Club Sport Herediano y Liga Deportiva Alajuelense) la escuela de futbol Parquedeluz fue inaugurada el pasado 9 de septiembre.
“Por el momento tenemos unos 60 niños matriculados, sin embargo nos están contactando cada día más niños para inscribirse”, detalló a El Nuevo Diario Carolina Meza, directora de cuentas y voluntaria del Sifais.
Los niños que se inscriban en la escuela de balompié se someterán a las exigencias futbolísticas y metodología promovida por Asociación Profútbol de Cartago (Aproca).
El terreno donde se ubica la escuela está en La Uruca y es prestado por el Parque de Diversiones. Posee un tamaño de 600 metros cuadrados.
“Parquedeluz promueve la inclusión social por medio de la recreación y el deporte en un espacio que permitirá a los niños de la comunidad de todas las edades formarse con un alto nivel futbolístico”, explicó la voluntaria del Sifais.
A la inauguración de la escuela asistieron los presidentes de los equipos de primera división, además de algunos exfutbolistas como Pablo Izaguirre. Asimismo, participaron actuales futbolistas como Mariano Torres, del Deportivo Saprissa; Leo Gonzales, del Club Sport Herediano, y Paolo Jiménez, del Club Sport Cartaginés.
Durante la inauguración los presidentes de los equipos mencionados se comprometieron a facilitar el entrenador de la liga mayor de cada uno de sus clubes una vez al mes, para que puedan evaluar y monitorear el avance de los niños participantes, lo que les dará mayor motivación y posibilidades de identificar talentos prometedores.
“Confío en que las buenas acciones de tantas personas representadas en una cancha de 20 x 30 metros, logrará que niños de La Carpio aprendan habilidades para ser mejores ciudadanos, más seguros de sí mismos, de tal suerte que puedan renunciar sin temor al mundo de las drogas y los malos hábitos”, comentó Gustavo Segura, embajador del deporte y recreación del Sifais, citado en una nota de prensa de la organización.
La fundación Sifais tiene seis años de trabajar en la comunicad La Carpio y atiende a 900 niños, niñas y adolescentes; de estos 300 integran los grupos musicales, como la orquesta sinfónica Sifais, un grupo de percusión, una camerata y una banda de rock. También reciben clases de folclor nicaragüense, judo, taekwondo, yoga, inglés y computación. 80% de ellos son hijos de nicaragüenses.
Durante la Copa Internacional de Judo “Los Lecheros”, realizada el pasado 9 y 10 de septiembre en Costa Rica, con la participación de más de 600 atletas, los niños de La Carpio destacaron tras ganar medallas de oro, plata y bronce en la competencia.
Estigmatizados
En La Carpio los jóvenes son un grupo muy visible, pues el porcentaje de población menor de 12 años se aproxima al 37 por ciento, según el Programa Estado de la Nación de Costa Rica. Pese a esto existen muy pocos espacios para el deporte y la recreación.
“Estas alusiones que establecen una separación entre La Carpio y el resto del país, remiten a la segregación residencial y simbólica que es vivida por las personas de la comunidad. Desde fuera de la comunidad se piensa que allí habita gente ‘diferente’ y en condiciones distintas a las del ‘resto’ de la población”, concluye un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La exposición repetitiva a noticias de criminalidad y al “amarillismo” mediático configura en la sociedad la imagen de La Carpio como una comunidad conflictiva y peligrosa. “Estos discursos sobre ‘chapulines’, ‘bandas’ o ‘pandillas’ depositan en la población joven características negativas que pueden ser fácilmente generalizables”, añade el estudio de la UCR titulado “La Carpio: segregación urbana, inseguridad y estigmatización social en una comunidad binacional en Costa Rica”.
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