Karen se dedica a la noble misión de enseñar a la comunidad cómo utilizar una computadora de manera exitosa y rentable. Su dedicación a este objetivo es loable, ya que se concentra en ofrecer herramientas básicas a quienes nunca han tenido la oportunidad de conectarse con la tecnología.
El objetivo principal del curso que imparte es preparar a los estudiantes para ingresar al enorme mundo tecnológico. Su trabajo es mucho más relevante hoy, dada nuestra creciente dependencia de la conectividad a Internet. Este es un paso importante para garantizar que las personas tengan acceso a una amplia gama de servicios digitales que de otro modo no estarían disponibles para ellos.
Este proyecto va más allá de simplemente enseñar los fundamentos del funcionamiento de una computadora. Karen y su personal también enseñan a los participantes cómo acceder a documentos, administrar correos electrónicos, navegar por la web y realizar una variedad de otras tareas que son esenciales en el entorno tecnológico actual. Su trabajo tiene la capacidad de cambiar la vida de las personas al empoderarlas para que sean participantes activos en la era digital en lugar de consumidores pasivos de tecnología.
Karen y su proyecto están reduciendo la brecha digital y allanando el camino para un futuro en el que más personas puedan aprovechar las oportunidades y recursos que ofrece la tecnología. Sus esfuerzos son absolutamente admirables y es evidente la gran influencia que está teniendo en la comunidad.