La Carpio es la casa o hogar donde muchas personas en su mayoría Nicaragüenses, se alojan por la economía de sus alquileres y su cercanía a la capital. La extraordinaria aglomeración de tejados de lata nada más lejos de la realidad, pero para los dueños de esas viviendas es lo más valiosos que tienen ya que ves el resultado de sus esfuerzos, años duros de trabajo y desvelos. Su residencia ves la terminal de los camiones de basura, ya que La Carpio es el vertedero de un País considerado considerado sobresaliente, pero no para todos.
Miles de Nicaragüenses que redicen ahí dejaron su país buscando un salió mejor, sin esperar la miseria que se encontrarían en un país ajeno. Al entrar es como si estuvieras en una Managua pequeña con puestos improvisados de comida nicaragüense, a sus pobladores se les conoce por su acento, su piel expresiones que llaman a gritos la Xenofobia.
Los niños humildes juegan con juguetes viejos que para ellos es una maravilla robada a la pobreza. Es una de las comunidades más grandes de San José, para muchos es conflictivo y peligroso pero para el que lo conoce y el que vive dentro de Cantón conocen el esfuerzo de muchos padres y madres para sacar adelante a sus hijos y el esfuerzo de muchos jóvenes que trabajan y estudian para obtener una vida mejor. Afortunadamente hay gente empresas que creen en la juventud de la Carpio sin diferenciar etnias o razas valorando al joven por su emprendimiento y pensante, no Tolerando sino aceptando tal como es con sus virtudes y defectos. El cambio lo podemos ver en la construcción de la escuela “La Carpio” , el comedor de Cen-cinai, el edificio SIFAIS que apoya a jóvenes, niños y adultos desarrollando su talento. Podemos ver cómo va cambiando con el paso de los años este cantón en sus habitantes, no en sus techos de lata sino al ser pensante y valioso que cambian sus vidas con la única arma que existe que es la educación.