En un recorrido realizado un día domingo por las activas calles de La Carpio, nos encontramos a Abraham Guevara, un joven nicaragüense de 22 años, el cual no conoce el término “rendirse”.
Es un muchacho que le gusta ayudar y enseñar a los demás, especialmente a los que viven en su comunidad.
Se destaca por su participación en varios talleres de desarrollo cultural y académico, como lo son las tutorías de Matemáticas, que van dirigidas hacia aquellas personas que no pudieron aprobar la prueba de bachillerato. “Esa es una gran deficiencia de la educación de aquí, ya que no todos somos autodidactas”, agregó el joven.
Además de ello, ha impartido clases de violín y teatro ha jóvenes fuera de Carpio.
Evolución profesional. Guevara actualmente está estudiando Ingeniería Industrial en la Universidad Internacional de las Américas, y labora como asistente de ventas en una empresa enfocada en los repuestos de laboratorio. Logró aplicar a este puesto, gracias una pasantía ya que se suponía que en un principio tenía una duración de seis meses, pero al final duró tres; para ese tiempo los encargados lo nombraron de manera oficial para ocupar un cargo.
Al preguntarle acerca de lo que su familia opina sobre sus logros, su respuesta fue la siguiente: “Pues mi mamá dice que soy un metiche (se ríe) porque estoy metido en todo. Pero la verdad no estoy haciendo nada malo, y ella me entiende bien igual que mi papá; así que yo prefiero aprovechar mi tiempo de esa manera que estarlo desperdiciando“, expresó el entrevistado.
Problemática en los medios de comunicación. Al cuestionarlo acerca de su opinión sobre el trabajo hecho por medios de comunicación respecto a la imagen que presentan de Carpio, nos contestó que todo es una mentira. “Los medios de comunicación se han estado enfocando en la parte negativa y no tanto en el desarrollo que está teniendo”.
Guevara alega que gracias a la gran cantidad de fundaciones que se han surgido e involucrado con la comunidad, la problemática de la delincuencia se ha reducido.
Abraham espera que en un futuro cercano, las personas de Carpio sean identificadas por sus méritos y aspiraciones, y no tanto por su lugar de residencia, etnia o religión.
