Tras el inicio del diálogo nacional mediado por la Iglesia Católica en Nicaragua, las diferentes facciones y representantes de grupos de presión del país presentan sus argumentos para apaciguar la crisis sociopolítica que inició el 18 de abril con manifestaciones y actos de violencia en las calles de Managua.
Por un lado la oposición exige la salida del gobierno de Daniel Ortega, el cese a los ataques y la represión de parte de las fuerzas paramilitares y policías.
“Esta no es una mesa de diálogo. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado”, señaló el estudiante de comunicación social de la Universidad Centroamericana y líder de la oposición Lesther Alemán
El arzobispo de Managua, Monseñor Leopoldo Brenes, expresó como agente mediador del conflicto que por medio del diálogo se tienen que establecer las condiciones para la participación de la sociedad civil. Mientras que el presidente Daniel Ortega, reconoce que es una prioridad buscar las vías pacíficas para evitar la muerte de más manifestantes, que según él, han sido de todos las tendencias.