Lo que empezó como un sueño, hoy es un trabajo que inspira y transforma

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  • Capítulo 6 de una serie necesaria para aclarar algunos rumores sin fundamento.

En La Carpio, los grandes cambios siempre han nacido de los sueños de su gente. Sueños que comienzan con una idea sencilla, pero que, con esfuerzo y unión, se transforman en proyectos que mejoran la vida de toda la comunidad.
Así nació SIFAIS, una iniciativa impulsada por Alicia Avilés y Maris Stella Fernández, dos mujeres visionarias que compartieron un mismo propósito: abrir nuevas oportunidades para la niñez y juventud del barrio.

Lo que empezó con apenas veinte flautas de plástico y muchas ganas de hacer el bien, pronto creció hasta convertirse en un programa reconocido por su impacto. El crecimiento trajo nuevos retos y la necesidad de organizarse mejor.
Fue entonces cuando se dio un paso clave: la creación de la Fundación SIFAS, una estructura necesaria para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el uso responsable de los recursos que comenzaban a llegar.

Lejos de dividir, este proceso demostró la madurez de un proyecto que supo evolucionar sin perder su esencia. Aunque los caminos de Alicia y Maris Stella tomaron rumbos distintos, la misión que las unió sigue viva: trabajar por el desarrollo de La Carpio.

Hoy, las puertas del centro comunitario Cueva de Luz, ubicado en el terreno cedido legalmente por el IMAS, permanecen abiertas a las iniciativas que fortalecen la participación vecinal. De hecho, Alicia mantiene su propia oficina dentro del edificio, como muestra de que la colaboración y el respeto siguen siendo pilares fundamentales en esta historia.

La mejor manera de honrar aquel sueño original es mantener la verdad, cuidar las estructuras que hacen posible la ayuda sostenible y seguir construyendo en equipo.
Porque cuando un sueño crece acompañado de unión y transparencia, se convierte en algo mucho más grande: en esperanza para toda una comunidad.

Hoy, el liderazgo de Cueva de Luz está completamente en manos de las y los vecinos de La Carpio, demostrando que el trabajo conjunto sigue siendo el camino más poderoso para transformar realidades.