Conozcamos cómo se gestó el edificio “CuevadeLuz”

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En febrero 2011 nació SIFAIS, sin embargo, ¿Cómo fue que se logró construir, el tan famoso edificio de cuatro pisos de madera?, que al momento de su inauguración fue el más alto de Latinoamérica.

De planché a edificio innovador

En sus inicios, SIFAIS desarrolló sus actividades en un planché facilitado por la Iglesia Excelencia Familiar, pero a los dos años de haber empezado con la obra social, el lugar ya no cubría las necesidades de la Fundación, pues, por la cantidad de beneficiarios y voluntarios que asistían, se pensó en la construcción de un segundo piso sobre el sitio ocupado para dar más comodidad a las personas que formaban parte del proyecto. No obstante, la administración de la Iglesia, al observar la labor realizada, donaron todas sus instalaciones, por lo tanto, se tomó la decisión, de hacer un proyecto más ambicioso.

Socio estratégico de SIFAIS

La empresa de arquitectura Entre Nos Atelier, diseñó ad honorem el proyecto Cueva de Luz, quienes consideran que es particular, pues, “el edificio no nace desde la arquitectura si no desde las genuinas necesidades de sus usuarios”. El terreno disponible era de 200 m2, espacio que tenía las instalaciones de la iglesia, sin embargo, el monto necesario para la construcción era bastante elevado, pues, el material propuesto era concreto. Para disminuir el presupuesto de la obra, los arquitectos de Entre Nos Atelier plantearon hacer la estructura de madera, quienes confiaban en el sistema de construcción, ya que era duradero y se podía lograr con menos dinero, no obstante, nadie se había aventurado en realizar un proyecto de ese tamaño en ese material, pero, para SIFAIS, lugar donde lo imposible es realizable, vieron con buenos ojos tomar el riesgo de hacer el proyecto con las nuevas condiciones.

La empresa consiguió un ingeniero estructural y logró que el diseño de los arquitectos tuviera viabilidad.

Terreno más grande

Inicialmente, la edificación se realizaría en el predio original, pero el problema era que las actividades de SIFAIS se iban a suspender por varios meses, no obstante, a doña Alicia Ávilez, se le ocurrió la idea de comprarle a los vecinos de las instalaciones la posesión de sus tierras, con el fin de hacer el proyecto más grande, y que mientras se construyera el edificio, SIFAIS continuara con su trabajo. En total se consiguió que el terreno creciera a 1000 m2, y por ende el proyecto se desarrolló en ese espacio. Los fondos se consiguieron de donaciones de muchas personas y empresas, tanto para la compra de las posesiones como de la construcción de la estructura.

El IMAS jugó un papel muy importante en la obra, pues, gracias a una reunión sostenida con la junta directiva del instituto, se logró que esta entidad otorgara el primer comodato de la historia de Costa Rica entre una institución pública y una fundación privada, para poder construir el proyecto cubierto con las leyes y permisos vigentes. Este comodato originalmente fue por 15 años, sin embargo, en el 2022, este fue ampliado hasta el año 2043.

Mantenimiento de un edificio de madera

El mantenimiento es difícil porque cada año hay que darle un tratamiento a la estructura, aunque esta es una madera curada exportada desde Chile, la cual contiene una serie de sustancias capaces de protegerla contra las termitas y la pudrición, siempre se debe de cubrir de forma externa con un químico especial.

 

¿Se prevé una expansión?

Se tiene planeada una expansión en el sitio en donde se brinda el servicio Montessori, el cual contempla construir un edificio de cinco pisos. Ya está el diseño, y los fondos van a ser donados por el Banco Interamericano de Desarrollo quienes están en proceso, junto con el gobierno de Costa Rica, de aprobar el desembolso de los fondos.

 

 

 

Se agradece a Maris Stella Fernández por la información brindada para la creación de este artículo, además, a la descripción enviada por el equipo del proyecto de la empresa Entre Nos Atelier al sitio web de ArchDaily.