El Día de San Valentín se celebra en cada rincón del mundo de distintas maneras, y para La Carpio este 14 de febrero estuvo marcada por abrazos, sonrisas y 100 rosas que fueron entregadas por el staff de Vecinos Activos, quiénes llegaron pasadas las 10 de la mañana a la comunidad.
La primera parada de la amistad fue en Casa Ilori, en donde los profesores Freddy Ulate, Gabriel Flores y Mario Arias fueron sorprendidos con una rosa mientras impartían lecciones a los niños de la comunidad.
El olor a pan horneado nos llevó hasta la cocina de Casa Ilori, en donde estaban Janneth, Vanessa y María Lourdes, ellas se encontraban preparando el almuerzo para los niños, además alistaban unos pastelitos simbólicos de la amistad.
Al percatarse de nuestra visita, el reflejo de una sonrisa pura resplandeció en los rostros de las trabajadoras mujeres. Para Ercy Mendez, directora Casa Ilori, el gesto fue muy bien recibido por los educadores y se mostró agradecida por la iniciativa.
Al continuar con nuestra ruta, nos encontramos a Zaida Robles, ella se encontraba aplicándose una mascarilla en el rostro, la cual no fue impedimento para abrirnos la puerta de su casa y recibir la rosa, muy cerca nos encontramos a doña Gerarda, quien nos reveló que esta noche le prepararía a su esposo una cena muy especial.
Cada rincón de la comunidad josefina fue contagiada por el amor, en cada comercio nos topamos con hombres y mujeres trabajadoras, y agradecidos al recibir una rosa, para muchos se convirtió en la primera en toda su vida, como fue el caso de doña María, una señora 70 años que se encontraba comprando verduras y al recibir el pequeño detalle nos contagio de las ganas de vivir.
El olor a comida preparada en cocina de leña nos llevó a conocer a doña Flor, quién vive en la zona desde hace 4 años y se gana la vida preparando y vendiendo tortillas a 50 colones, además vende unos deliciosos chicharrones, por cierto muy famosos entre los vecinos. Con sus ventas ha logrado sacar adelante a sus tres hijos.
Cuando le entregamos la rosa , de inmediato sus ojos se pusieron vidriosos y las palabras de agradecimiento se hicieron presente: “Que Dios los bendiga, muchas gracias, que lindo gesto y hoy me marcaron la vida, nunca me habían dado una rosa”, nos comentó mientras atizaba el fuego.
Bajo un caluroso sol y una temperatura de 27 grados centígrados, nos topamos por la calle principal a Jackeline Silva quien cargaba con su brazo derecho a su pequeño de un año, mientras con su otra mano sujetaba a su hija para llevarla a la escuela, una muestra más del verdadero significado del amor, el amor puro, el amor que no tiene límites, el amor de madre.
Mientras la ruta de la felicidad concluía hablamos con Marjorie, Karina, Ana, Valentina, Flor, Patricia, ellas estaban en sus distintos puestos de trabajo, pero unidas bajo un mismo sentimiento, el más bonito de todos, el sentimiento del amor; unidas por esas ganas de salir adelante y poder darles el sustento diario a sus familias.
Hoy revivimos el sentimiento de la unión, la amistad y el amor, en Carpio se respira vida y muchas mujeres hoy nos demostraron que nada en la vida es fácil y más aun si se es jefa de hogar.
[…] realizo el Trabajo Comunal Universitario (TCU) en la Fundación Sifais, aquí algunas de mis colaboraciones […]
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