Últimamente la mayoría de las personas que suelen viajar a Nicaragua sea por vacaciones o alguna otra eventualidad han optado por la alternativa de tomar la difícil decisión de hacerlo sin la documentación necesaria, la razón principal ha sido por las nuevas normas establecidas para poder salir del país, las cuales incluyen una prueba del coronavirus, la cual tiene un costo aproximado de 150 dólares que en estos tiempos es un poco difícil conseguirlos sin incluir los gastos extras que implican el viajar.
Una de las rutas alternas es por San Dimas Guanacaste, y es desde ese punto que comienza la travesía, hay personas que trabajan a diario como guías para poder pasar a los viajeros al lado nicaragüense, lo que conlleva riesgos ya que es una caminata aproximada de 40 minutos por potreros privados además hay que atravesar un río en mal estado que al parecer a causa de las crecidas colapsó. Otro factor intimidante es caminar por lo desconocido, muchas veces por las noches alumbradas por una luz tenue de un foco.
Es un riesgo que se toma por la necesidad de llegar a sus destinos sin pasar por los puestos fronterizos y ser regresados por no tener los documentos en regla, los guías además son personas humildes con la necesidad de trabajar también y poder ganar dinero para el sustento de su familia, ellos trabajan en sociedad con otros y se reparten las ganancias, el precio depende de la cantidad de personas que viajen y eso varía a partir de los 20,000 colones en adelante.
Cada vez son más los que se suman a recorrer ese camino, incluyendo niños y adultos mayores.