Muchas personas consumen alcohol en alguna etapa de su vida, pero muchos de ellos lo hacen siendo adolescentes ignorando el daño que provoca en el desarrollo físico-mental pues esta sustancia altera la funcionalidad normal del cerebro y otras partes del cuerpo.
Muchos de ellos logran superar estas etapas pero que sucede con aquel porcentaje que lejos de superarlo, se entrega de lleno a este vicio. Estas personas empiezan a perder gradualmente o de manera inmediata familia, trabajo, parejas, hijos, estabilidad social, estabilidad económica y pasa hacer uno más de la gran lista que suma al alcoholismo.
Esto conlleva a daños de salud mucho mayores, pérdida de memoria, de la vista, de conciencia, de la realidad de la vida, hasta llegar a la muerte.
¿Qué podemos hacer, para no ser uno más de estas listas?
Recordar que el abuso de cualquier vicio es nocivo para nuestras vidas.