Uno entra a Carpio y pensará que solo se encontrará personas nicaragüenses, pero ese dato es falso, actualmente en la comunidad hay más costarricenses habitando y trabajando.
Según datos de la Asociación Consejo de Vecinos de La Carpio, citado en el censo de Herencias e Iniciativas Culturales de La Carpio, un 51% de la población es nacional, un 49% “pinolera”, y el 1% restante son de otras nacionalidades.
Ambas nacionalidades han logrado convivir, que ante ello muchos investigadores han denominado a La Carpio no solo como tierra binacional por aspectos migratorios, sino también por cultura.
Es común observar costarricenses disfrutar de platillos como nacatamales, enchiladas, y cuajadas; además se observan en los menús de sodas y puestos de comida nicaragüense, platos nacionales.
Pero esta convivencia binacional no solo queda reflejado en los gastronómico, sino también que se vive en las actividades de bailes que organizan las asociaciones, en los dichos o expresiones cotidianas , y en los actos cívicos que se realizan en los centros educativos.
Según el censo del 2016, un 40% de las personas entrevistadas realizan actividades culturales para generar ganancias, un 10% para el fomento, 9% para mantener tradiciones y herencias de la zona, y 5% para otros fines.
Mismo estudio señala que el 83% de los participantes, afirmaron realizar actividades de esta categoría cada semana, un 9% mensual, y el 8% al año.
Para Douglas Jiménez, gestor comunitario de La Carpio, las personas que se han asentado ya por años en la zona, han sido claves del desarrollo de cultura, de traer sus herencias y ponerles en práctica con el resto de habitantes.
Una de celebración de ejemplo de convivencia binacional entre dos culturas, es la que doña Gloria Navarrete Castellón, una de las primeras personas en llegar a Carpio en los años 90s, impulsa actualmente.
Integró en el 2009, un Comité Cultural para toda la zona, en la que uno de sus primeros deberes fue realizar “La Gritería” una actividad característica de Nicaragua, que se da en el mes de diciembre, el cual consta una serie de cantos para la Virgen de Concepción de María; además del reparto de alimentos y dulces para todos los asistentes.
La gran dirección y organización que le dio a esta celebración, ánimo a otras personas pinoleras ha desarrollar esta actividad en otras partes de San José, de la mano con el apoyo de la Embajada de Nicaragua.
